domingo, 29 de mayo de 2011

CIENTÍFICOS HALLAN GEN QUE SERÍA LA "LLAVE MAESTRA" DEL SÍNDROME METABÓLICO

Recordar que el factor genético debe tenerse en cuenta junto a la actividad física diaria, el régimen dietético y el cambio en el estilo de vida, para evitar la obesidad y otras enfermedades metabólicas.


Un grupo de investigadores halló que un gen relacionado con la diabetes y el colesterol es una "llave maestra" que controla otros genes que se encuentran en la grasa corporal, lo que ayudaría en la búsqueda de terapias para las enfermedades relacionadas con la obesidad. En un estudio publicado en la revista Nature Genetics, expertos británicos dijeron que dado que la grasa juega un papel importante en la susceptibilidad de las personas a las enfermedades metabólicas como la obesidad, el gen regulador podría ser un blanco de los fármacos que apunten a tratar estas dolencias.
"Este es el primer estudio importante que muestra cómo pequeños cambios en un gen maestro regulador pueden generar una cascada de efectos metabólicos en otros genes", dijo Tim Spector, del King's College de Londres, quien dirigió el estudio. En todo el mundo, más de 500 millones de personas, o uno de cada 10 adultos, son obesos, y la cantidad se duplicó desde la década de 1980, a medida que la epidemia de obesidad se diseminó desde las naciones ricas a las más pobres.
En Estados Unidos, las enfermedades vinculadas con la obesidad ya representan casi el 10 por ciento del gasto médico, lo que equivale a unos 147.000 millones de dólares anuales.La diabetes tipo 2, que suele estar relacionada con una mala alimentación y falta de ejercicio físico, también está alcanzando niveles epidémicos en todo el mundo, a medida que las tasas de obesidad aumentan.
Científicos ya identificaron un gen llamado KLF14 como ligado a los niveles de colesterol y a la diabetes tipo 2, pero hasta ahora no sabían qué rol jugaba. El equipo de Spector analizó más de 20.000 genes en muestras de grasa tomadas debajo de la piel de 800 mellizas británicas voluntarias.Los expertos hallaron una relación entre el gen KLF14 y los niveles de muchos otros genes distantes hallados en el tejido graso, lo que muestra que el KLF14 actúa como una llave maestra de control de esos genes. Luego, el equipo confirmó sus hallazgos en 600 muestras de grasa de otro grupo de personas de Islandia.
En un informe sobre el estudio, los científicos explicaron que otros genes que controla el KLF14 están relacionados con una serie de características metabólicas, incluido el índice de masa corporal, la obesidad, el colesterol, la insulina y los niveles de glucosa. "El KLF14 parece actuar como un proceso de control tipo llave maestra, que conecta los cambios en la conducta de la grasa subcutánea con problemas musculares y hepáticos que contribuyen a la diabetes y otras condiciones", dijo Mark McCarthy, de la Oxford University en Gran Bretaña, quien también trabajó en el estudio.
"Estamos trabajando duro (...) para comprender estos procesos y cómo podemos usar esta información para mejorar el tratamiento de estas condiciones", añadió el experto.
Fuente:Conducting the metabolic syndrome orchestra  . Mete Civelek, Aldons J Lusis.Nature genetics, May 2011;pp506-508

domingo, 15 de mayo de 2011

PARA LOS ADULTOS MAYORES,EL BIENESTAR FÍSICO ES LIBERTAD

La actividad física es fundamental a toda edad, y las personas de la tercera edad deben practicarla  para tener una buena salud cardiovascular.


Los expertos señalan que en los mayores de 65 a años, mantenerse activo y en forma puede hacer la diferencia entre la independencia y la fragilidad.
"Se trata de moverse", dijo Neal Pire, fisiólogo y portavoz del Colegio Estadounidense de Medicina del Deporte.No hay motivos fisiológicos por los cuales perdemos masa muscular, fuerza y movilidad a medida que envejecemos, excepto que tendemos a movernos menos, dijo Pire.
La buena noticia es que "nunca es tarde para poner el cuerpo en movimiento; las personas de ochenta y de noventa años demostraron capacidad de ganar masa corporal magra, así como también de mejorar la fuerza y el equilibrio haciendo ejercicio", explicó el autor. "La táctica es comenzar razonablemente y progresar lentamente", añadió.
Al focalizarse en la función, el equilibrio y la movilidad, Pire dijo que actividades populares como el yoga, el tai chi y pilates pueden fortalecer la capacidad del cuerpo en envejecimiento de realizar tareas de la vida cotidiana.  El programa de ejercicio Silver Sneakers brinda yoga, pilates, clases acuáticas y circuitos cardíacos para estadounidenses mayores en 10.000 centros de 50 estados.
Las actividades para ejercitar el cerebro también están entre las opciones para los participantes de Silver Sneakers, cuya edad promedio es 72 años."Cuanto más tiempo uno puede ser independiente, más exitosamente envejecerá", dijo Stephanie Wong, portavoz de Silver Sneakers. "La actividad física promueve la salud cerebral. Estudios recientes respaldan eso", agregó.
Wong señaló que la industria del "fitness" en general aun no está satisfaciendo las necesidades de las personas mayores."Hay mucho foco en controlar los crecientes costos de la atención médica. Desde hace mucho estamos hablando de un enfoque preventivo. La actividad física es fundamental", dijo la portavoz del programa.
Las personas mayores pueden ganar masa muscular, mejorar la salud cardiovascular y perder peso aun bien entrados los 80 y los 90 años, simplemente aumentando sus actividades cotidianas, dijo el doctor Walter Thompson, profesor de kinesiología de la Georgia State University.
American College Sport Medicine 2011, May 02.

¿QUIERE VIVIR MÁS? COMPAÑEROS DE TRABAJO SERÍAN DE GRAN AYUDA

Estudio confirma lo importante de desempeñarse en un clima organizacional adecuado.


Tener colegas que brinden respaldo no sólo facilita el trabajo diario, sino que además ayudaría a las personas a vivir por más tiempo, según indicó un nuevo estudio.
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, hallaron que una buena relación con los compañeros de trabajo tenía un impacto sobre el riesgo de mortalidad de las personas y era más pronunciado entre los 38 y los 43 años."El apoyo social de los pares, que podría representar cuán bien está integrado socialmente un participante en su ámbito laboral, es un vaticinador fuerte del riesgo de mortalidad por todas las causas", indicaron los expertos en el estudio, publicado en la revista Health Psychology, de la Asociación Psicológica Estadounidense.
La doctora Arie Shirom y colegas estudiaron los registros médicos de más de 800 trabajadores, seguidos durante 20 años entre 1988 y el 2008, y cuestionarios que medían las demandas laborales, el control sobre el trabajo y el respaldo de los pares y supervisores.Aunque las quejas sobre los jefes son el tema favorito, el estudio mostró que tener un supervisor que brinda buen respaldo al empleado no tenía impacto sobre la mortalidad.
En tanto, los investigadores hallaron una diferencia pronunciada entre los sexos en lo que hace al impacto de tener control y autoridad de decisión en el trabajo. En las mujeres, eso elevó el riesgo de mortalidad en el estudio, aunque tuvo un efecto protector sobre los varones.La autoridad para tomar decisiones se basó en la capacidad de los empleados de usar su propia iniciativa, tener influencia en cómo usar sus habilidades y la libertad de tomar decisiones para cumplir tareas.
Shirom explicó esos resultados por el hecho de que la mayoría de las personas del estudio eran trabajadores de "cuello azul", una categoría laboral en la que los hombres suelen tener altos niveles de control y las mujeres no.Un tercio de los participantes de la investigación eran mujeres. La jornada promedio era de 8,8 horas. El 80 por ciento estaban casados y tenían hijos y casi la mitad tenía al menos 12 años de educación formal.
Los investigadores controlaron otros factores de riesgo que podían impactar sobre la mortalidad, como los niveles de colesterol, la presión sanguínea, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la ansiedad.
FUENTE:Health Psychology 2011, Vol. 30, No. 3, 268 –275.

lunes, 2 de mayo de 2011

Seguridad basada en valores

AUMENTAN LAS LESIONES ENTRE LOS TRABAJADORES MAYORES,SEGÚN LOS CDC

LAS CAÍDAS SON LAS CAUSAS MÁS COMUNES DE ACCIDENTES. ES FUNDAMENTAL EL CUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS DE SALUD OCUPACIONAL.



Cada vez más estadounidenses mayores de 55 años trabajan hasta una edad más tardía, y esto significa que la incidencia de lesiones relacionadas con el trabajo sigue aumentando en este grupo, al pasar de 12 por ciento en 2003 a 17 por ciento en la última revisión, informan las autoridades federales de salud.Aunque los trabajadores mayores no tienen un mayor riesgo de lesiones en general en comparación con los trabajadores más jóvenes, sí están en mayor riesgo de caídas por escaleras, escaleras de mano o de alguna altura y de tipos de lesiones específicas, incluidas fracturas y lesiones de cadera, señalaron los investigadores.
A menos que los lugares de trabajo tomen en cuenta la seguridad de los trabajadores mayores, las lesiones continuarán aumentando a medida que el número de trabajadores mayores siga creciendo al pasar de 19 por ciento a una cuarta parte de la fuerza de trabajo para 2018, según los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
"Existe una necesidad urgente de analizar las necesidades de seguridad y salud de los trabajadores mayores, porque su número aumenta cada vez más. Los empleadores y otros actores deberían tomar medidas para ayudar a proteger a los trabajadores mayores", señaló la coautora del informe Dawn N. Castillo, directora del área de supervisión e investigaciones de campo de la división de investigación de la seguridad del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional de los CDC."Creemos que es importante tomar en cuenta los datos sobre lesiones para poder determinar si podría haber algunas necesidades específicas en materia de seguridad y salud para el trabajador de mayor edad", agregó. Castillo destacó que la tasa general de lesiones sufridas por trabajadores mayores es la misma, o incluso inferior, que otros grupos de edad.
Pero en vista de que las tasas de caídas, fracturas y lesiones de cadera son más altas entre los trabajadores mayores, "esto subraya la necesidad de que los empleadores sean conscientes de estos riesgos y tomen medidas para mejorar la seguridad de los trabajadores mayores", apuntó.Al mejorar la seguridad de los trabajadores mayores también se mejora la seguridad de todos los trabajadores, señaló Castillo.
El informe aparece en la edición del 29 de abril de la revista Morbidity and Mortality Weekly Report de los CDC.
Los datos usados en el informe se recopilaron a través de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU., e incluyen todos los tipos de los trabajadores, desde trabajadores industriales a trabajadores de oficina, de tiendas minoristas y de servicios, dijo Castillo. Muchos trabajan también en la atención de la salud y agricultura. El informe también incluye las estadísticas de los trabajadores del gobierno estatal y local, señaló.
En 2009, se calculó que hubo 210,830 lesiones no mortales y enfermedades relacionadas con el trabajo entre los trabajadores mayores de 55 años, lo que resultó en días de trabajo perdidos, según los investigadores. La mayoría de las lesiones (94 por ciento) fueron el resultado de un trauma, con lesiones crónicas, tales como dolor de espalda y enfermedades, que constituyeron el resto de los casos. Los hombres, que representan el 52 por ciento de los trabajadores mayores, constituyeron el 55 por ciento de las lesiones y también se ausentaron más tiempo del trabajo que las mujeres (14 frente a nueve días, respectivamente), según el informe.
Entre los trabajadores mayores, las tasas de caídas al nivel del suelo, tales como caídas en el piso, en un pasillo, o en el suelo, o contra objetos como escritorios, paredes o puertas, aumentaron de manera constante con la edad. Sin embargo, las tasas por "ser impactados o colisionar contra, quedar atrapado o ser aplastado por varias herramientas, equipos, maquinarias, piezas, o materiales disminuyeron con la edad", según el informe.
Las fracturas de huesos representaban el 11 por ciento de las lesiones entre los trabajadores mayores y se asociaron con hasta 42 días de trabajo perdidos. La mayoría de las fracturas eran de tobillos, brazos, pies, piernas, dedos y caderas, según los investigadores. Los empleadores pueden ayudar a reducir las lesiones mediante la eliminación de los peligros de tropiezo y la instalación de suelos antideslizantes, señaló Castillo. Estas y otras medidas pueden ayudar a reducir las lesiones y detener la creciente ola de lesiones entre los trabajadores mayores, dijo.
Los investigadores federales también encontraron que los accidentes de tránsito en las carreteras relacionados con el trabajo eran la causa principal de muerte tanto en los trabajadores como en la población general, según otro informe que aparece en la misma edición de Morbidity and Mortality Weekly Report. Un total de 8,173 trabajadores murieron en accidentes de carretera en los Estados Unidos entre 2003 y 2008, lo que representa un 24 por ciento de todas las muertes relacionadas con el trabajo durante ese período, siendo las tasas más altas entre los trabajadores mayores de 65 años, seguidos por aquellos de 55 a 64 años.
La mayoría de estos accidentes tenían que ver con camioneros que murieron en accidentes de semi camión, lo que incluía accidentes con plegamiento. La mayoría de las víctimas mortales ocurrieron entre personas que trabajaban en el transporte, almacenaje y servicios públicos. La segunda tasa más alta de muertes estuvo entre los trabajadores del gobierno estatal y federal, según el informe. Los empresarios deben convertir la seguridad vial en una prioridad, al garantizar el cumplimiento de las políticas que exijan el uso obligatorio de cinturones de seguridad y prohibir las conductas de riesgo, como conducir bajo los efectos del alcohol y usar teléfonos celulares y otros dispositivos móviles "que puedan distraer al conductor mientras el vehículo está en movimiento", concluyó el informe.
FUENTE: Centers for Disease Control and Prevention; April 29, 2011, CDC's Morbidity and Mortality Weekly Report

LA GRASA EN SI,Y NO SU UBICACIÓN,PODRÍA SER LA CLAVE DE LOS PROBLEMAS CARDIACOS

UN ESTUDIO CONTRADICE LA ANTIGUA CREENCIA DE QUE LAS PERSONAS CON CUERPOS EN FORMA DE  MANZANA SE ENFRENTAN AL MAYOR RIESGO.INFORMACIÓN A TENER EN CUENTA CONSIDERANDO QUE EL SOBREPESO Y LA OBESIDAD SE ESTÁN CONVIRTIENDO EN PROBLEMAS DE SALUD PÚBLICA EN NUESTRO PAÍS. .


En un hallazgo que contradice a investigaciones anteriores, un estudio internacional sugiere que ser obeso aumenta las probabilidades de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular independientemente de dónde se almacene la grasa excesiva en el cuerpo. Eso cuestiona la ampliamente adoptada idea de que no toda la obesidad es igual, y de que las personas con forma de manzana, que tienen la grasa sobre todo en el tronco, se enfrentan a un mayor riesgo de problemas cardíacos que aquellas que tienen la grasa excesiva en las caderas u otras partes.

Los investigadores responsables del nuevo estudio dicen que no es así. Cuando se trata de la obesidad y la enfermedad cardiaca, ninguna grasa adicional es buena grasa, independientemente de dónde termine, según encontró su análisis. "La sociedad ha aceptado la idea de que si uno tiene más peso alrededor del tronco, el riesgo de enfermedad cardíaca es superior", apuntó el Dr. Emanuele Di Angelantonio, coautor del estudio y profesor de evaluación médica de la Universidad de Cambridge, Inglaterra. "Pero en realidad, este estudio muestra que la ubicación de la grasa no importa. Si tiene sobrepeso, está en riesgo. Punto".
Sin embargo, el asunto se complica por el hallazgo adicional del estudio de que las medidas diagnósticas estándares de la grasa, como el índice de masa corporal (IMC), la circunferencia de la cintura y la proporción entre la cintura y la cadera, no son métodos confiables para evaluar el riesgo de enfermedad cardíaca.Afirma que las medidas del colesterol en sangre y de la presión arterial son mejores indicadores.
"Aunque un nivel excesivo de grasa sigue siendo un factor de riesgo muy importante, para los [médicos] que realmente deseen predecir el riesgo cardiovascular en los pacientes, es suficiente observar el colesterol, la presión arterial, la diabetes y el tabaquismo, independientemente del estado de obesidad del paciente", aseguró Di Angelantonio.
Los hallazgos del estudio, desarrollado por un equipo global de doscientos científicos de 17 países, y con sede en la Universidad de Cambridge en Reino Unido, aparecen en la edición en línea del 11 de marzo de la revista The Lancet.Para explorar el poder de predicción de varios factores de riesgo de la enfermedad cardíaca, los investigadores examinaron los datos de 58 estudios que incluyeron a más de 222,000 hombres y mujeres de 17 países.
Ninguno de los participantes de los estudios tenía un historial de enfermedad cardiaca. Los datos de la mayoría de personas incluían lecturas del IMC, medidas de la circunferencia de la cintura, las proporciones entre cintura y cadera, la edad, el sexo, los antecedentes de tabaquismo, lecturas de la presión arterial, antecedentes de diabetes y medidas de colesterol. En casi 64,000 personas, se llevaron a cabo evaluaciones periódicas de los depósitos de grasa durante varios años.Durante una década, más de 14,000 participantes sufrieron de un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
El estudio concluyó que ser obeso ciertamente aumenta el riesgo general de enfermedad cardiaca, pero que los que tienen gran parte de su grasa en exceso en la región del estómago no parecen enfrentar un riesgo particularmente más alto, en comparación con aquellos cuyos depósitos de grasa están distribuidos de forma distinta.También encontraron que controlar los niveles de presión arterial y colesterol de una persona, además de monitorizar sus antecedentes de diabetes, parecía ser la mejor manera de evaluar el riesgo de enfermedad cardíaca . Anotaron que cuando esos indicadores estaban disponibles, añadir la información sobre el IMC y la medida de la cintura no mejoró el diagnóstico de riesgo.
Sin embargo, el equipo enfatizó rápidamente que ser obeso no se debería considerar menos problemático cuando se trata de la enfermedad cardiaca. Apuntaron que el peso excesivo sigue siendo el culpable clave del inicio de afecciones médicas que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Sugieren que, debido a esto, los cálculos del peso, la circunferencia de la cintura y el IMC podrían seguir siendo valiosos porque los perfiles que crean de los pacientes pueden ayudar a los proveedores de atención de salud a promover mejores dietas y opciones de estilo de vida que lleven a reducir el riesgo. Un editorial que acompañó al estudio en The Lancet estuvo de acuerdo, al anotar que las medidas de IMC pueden seguir sirviendo como una señal de advertencia temprana, sobre todo en adolescentes, adultos jóvenes y personas de mediana edad que no presentan muchas de las otras señales obvias de riesgos de enfermedad cardiaca.
El Dr. Walter Willett, profesor de nutrición de la Facultad de medicina de la Harvard y presidente del departamento de nutrición de la Facultad de salud pública de la Harvard, indicó que las conclusiones del estudio tienen sentido."No me sorprendió que las medidas de distribución de la grasa, como la circunferencia de la cintura, no fueran sustancialmente mejores" en la predicción de la enfermedad cardíaca, señaló.Pero apuntó que la obesidad como un todo sigue siendo una consideración clave, debido que los factores que resultaron más útiles en la evaluación de los riesgos cardíacos, como la hipertensión y el colesterol, son en sí producto de los "efectos adversos del sobrepeso".
Lona Sandon, dietista registrada y profesora asistente de nutrición clínica de la Universidad de Texas Southwestern, estuvo de acuerdo en que los hallazgos "son razonables en el panorama general". Pero también enfatizó que los hallazgos no deben ser interpretados como un permiso para engordar. "En primer lugar, ciertamente las personas que son obesas, sin importar en qué lugar del cuerpo ocurre la obesidad, no deben descartar su riesgo de enfermedad cardíaca", comentó. "Tener peso de más conlleva un mayor riesgo de enfermedad cardíaca que alguien que tenga un peso normal, punto".
"Así que aunque no me sorprende necesariamente que las evaluaciones metabólicas que miden, por ejemplo, los niveles de colesterol, sea un mejor indicador del riesgo que el IMC, la gente debería seguir preocupada con lo que ocurre alrededor de su cintura", aconsejó Sandon. "Al final, la gente debe pensar que el peso adicional es un factor de riesgo que lleva a otros factores de riesgo que llevan a la enfermedad cardiaca".
FUENTE:March 11, 2011, The Lancet, online.

EL SOBREPESO AUMENTA EL RIESGO DE ARTRITIS DE RODILLA

LA IMPORTANCIA DE TENER UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE , CON ACTIVIDAD FÍSICA , EVITANDO EL SEDENTARISMO.
Tener sobrepeso duplica el riesgo de desarrollar osteoartritis de rodilla, mientras que la obesidad lo cuadruplica, según una revisión de estudios diseñados para estimar cuántos casos de artritis de rodilla podría evitarse con un peso normal."Tratar esa enfermedad es muy desafiante. Por lo tanto, la prevención es clave", dijo el doctor Weiya Zhang, coautor de la revisión de la University of Nottingham en el Reino Unido. Adelgazar, indicó, es la principal herramienta de prevención accesible para la mayoría de los pacientes.
Los autores estimaron que si se elimina la obesidad podría prevenirse la mitad de los casos de osteoartritis de rodilla.El análisis "confirma (...) cuán importantes son el sobrepeso y la obesidad al hablar de la osteoartritis", señaló el doctor Ian Janssen, de la Queen's University en Ontario, Canadá, y que no participó de la revisión.
Una de cada 10 personas mayores de 55 años tienen artritis grave de rodilla y muchas más sufren de dolor crónico de rodilla.La artritis ocurre cuando el cartílago alrededor de las articulaciones comienzan a romperse, lo que causa inflamación, dolor y rigidez. Se trata con antiinflamatorios, pero muchos pacientes siguen teniendo los síntomas.
El equipo de Zhang revisó 47 estudios que habían comparado la posibilidad de desarrollar osteoartritis de rodilla en 450.000 personas con peso normal, sobrepeso y obesidad. Al combinarlos, los autores hallaron que las personas con sobrepeso tenían el doble de posibilidades de desarrollar osteoartritis de rodilla que las personas con peso normal. En los obesos, el riesgo era cuatro veces más alto, publica la revista Arthritis Care & Research.
La revisión no prueba definitivamente que el sobrepeso o la obesidad causen artritis, pero sí que ambos están asociados. En las personas con mucho sobrepeso, "la carga en las rodillas es enorme", dijo el doctor David Felson, experto en osteoartritis de la Boston University. Felson, que no participó del estudio, explicó que, con el tiempo, el sobrepeso hace que las rodillas empiecen a separarse.Además, el peso extra aumenta la posibilidad de desarrollar artritis en la cadera, pero la rodilla "es la articulación en la que la osteoartritis causa más problemas y es la que más afecta la obesidad".
El equipo estimó que si se eliminara la obesidad, podrían prevenirse un cuarto de los casos de osteoartritis de rodilla.Eso varía según la tasa de obesidad de cada país. Como mínimo, podría prevenirse el 8 por ciento de los casos en China, principalmente porque muy pocos chinos son obesos. En Estados Unidos, en cambio, podrían reducirse a la mitad los casos de artritis.
Pero la esperanza de eliminar la obesidad "no es una estrategia muy razonable", dijo Felson, ni es una solución práctica de la osteoartritis.En cambio, Janssen señaló que contar con esta información haría que más personas reconozcan la importancia de mantener un peso saludable y que los países fijen objetivos alcanzables para reducir la obesidad.
FUENTE: Arthritis Care & Research, online 18 de Abril del 2011