lunes, 18 de agosto de 2014

LOS CDC CALCULAN QUE EL 40 POR CIENTO DE LOS ESTADOUNIDENSES CONTRAERÁ DIABETES.


EL ESTILO DE VIDA ES VITAL PARA PODER CONTROLAR O EVITAR QUE ENFERMEDADES CRÓNICAS DEGENERATIVAS COMO LA DIABETES MELLITUS,LA OBESIDAD Y LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL, AFECTEN A NUESTROS FAMILIARES O A NOSOTROS.EL FACTOR RACIAL, AL PARECER, ASÍ COMO, EL GENÉTICO, INFLUYEN EN LA PRESENTACIÓN DE ESTAS ENFERMEDADES.LAS TASAS PARA LAS MUJERES NEGRAS Y LOS HISPANOS SON INCLUSO MÁS ALTAS,CON UN 50 POR CIENTO. 
Aproximadamente dos de cada cinco estadounidenses contraerán diabetes tipo 2 en algún momento de sus vidas adultas, según unos nuevos estimados del gobierno de EE. UU.
Las epidemias en curso de diabetes y obesidad se han combinado con la esperanza de vida, que aumenta cada vez más, para incrementar el riesgo de diabetes tipo 2 a alrededor del 40 por ciento en ambos sexos, señaló el autor líder del estudio, Edward Gregg, jefe de la rama de epidemiología y estadística en la división de diabetología aplicada de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
"No nos sorprendió demasiado el incremento, pero no esperábamos que aumentara tanto", dijo Gregg. "Un 40 por ciento es una cifra aleccionadora".
Las probabilidades son incluso peores para ciertos grupos minoritarios. Se predice que la mitad de las mujeres negras y de los hispanos de ambos sexos contraerán diabetes tipo 2 en algún momento de sus vidas, reportaron los investigadores.
Aunque el estudio no separó la diabetes según el tipo, la gran mayoría de personas con diabetes tienen el tipo 2, según la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association). En la diabetes tipo 2, el cuerpo no produce suficiente insulina y/o es resistente a los efectos de la insulina, una hormona necesaria para usar los azúcares de los alimentos para dar energía a las células del cuerpo y del cerebro.
La obesidad es un factor de riesgo importante para la diabetes tipo 2, pero no es el único. Los genes también parecen tener que ver con el desarrollo de la diabetes tipo 2.
En el estudio actual, los investigadores evaluaron la información médica y los certificados de defunción de unos 600,000 adultos entre 1985 y 2011, para calcular las tendencias en el riesgo de por vida de la diabetes, además de los años de vida perdidos ante la enfermedad.
Durante el cuarto de siglo estudiado, el riesgo de por vida de diabetes tipo 2 aumentó para el hombre estadounidense promedio de 20 años, pasando de casi un 21 por ciento a finales de los 80 a poco más del 40 por ciento en 2011.
Para la mujer promedio de 20 años, el riesgo aumentó del 27 por ciento en los 80 a casi un 40 por ciento, hallaron los investigadores.
La epidemia de "diabesidad" es el principal factor en el aumento de esos riesgos, advirtió la Dra. Minisha Sood, endocrinóloga del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York.
Los médicos han creado el término "diabesidad" para reflejar los efectos combinados de las epidemias de diabetes y obesidad. "Van de la mano", aseguró.
Las personas también viven más tiempo, lo que las hace más propensas a contraer diabetes en algún momento de sus vidas, dada la falta de ejercicio y los hábitos de alimentación del estadounidense promedio, plantearon Gregg y Sood.
Pero no todas las noticias del estudio son malas: los investigadores hallaron que las personas con diabetes tipo 2 están viviendo más tiempo que antes. Los investigadores de los CDC estimaron que el número de años perdidos para un paciente de diabetes de 40 años se redujo de casi 8 años en los 90 a unos 6 años en los 2000 entre los hombres, y de casi 9 años a poco menos de 7 años entre las mujeres.
Las personas con diabetes tipo 2 viven más debido a unos mejores fármacos y tratamientos, tanto para la enfermedad como para sus complicaciones, que van desde la pérdida de la vista y daños en los nervios hasta la insuficiencia renal y las enfermedades cardiacas, apuntó Gregg.
"Incluso después de que las personas desarrollen las complicaciones de la diabetes que antes aumentaban el riesgo de muerte, actualmente hay muchas formas de mantenerlas con vida", aseguró.
El impacto social será inmenso, a medida que más estadounidenses terminan viviendo más tiempo con diabetes, predice Sood. "Hace que la gente sea incapaz de disfrutar de una buena calidad de vida. Aumenta los costos de la atención médica a un ritmo alarmante. Y francamente, no hay suficientes profesionales de atención médica para afrontar lo que el futuro depara", advirtió Sood. "Estamos ante un tapón en un sistema de atención médica que ya está en sus límites".
Pero Gregg sugirió que este triste panorama puede cambiar mediante unos esfuerzos efectivos para combatir la obesidad y la diabetes. "Si los esfuerzos de prevención se afianzan, la ecuación del riesgo de por vida cambiará con rapidez", afirmó.
Pero las soluciones rápidas como la cirugía para perder peso no funcionan, añadió. "Lo que tendrá el mayor efecto es si las personas con factores de riesgo múltiples pueden realizar cambios sostenidos en su estilo de vida", aseguró Gregg. "La cirugía para perder peso es una opción para algunos, y es altamente efectiva, pero no será la solución para el gran número de personas en riesgo de diabetes".
Los médicos, las autoridades de salud pública y otros defensores de la atención de salud deben hallar mejores formas de guiar a los estadounidenses hacia una forma más saludable de vivir, enfatizó Sood. Eso incluye sacar tiempo para hacer ejercicio a diario, comer bien y dormir bien.

FUENTES:  Centers for Disease Control and Prevention;  The Lancet Diabetes & Endocrinology, online; Aug. 13, 2014

MUCHOS ADULTOS MAYORES DE EE. UU. TRATADOS EN LAS SALAS DE EMERGENCIA SUFREN DE DESNUTRICIÓN.


 SI DESEAMOS QUE LOS ADULTOS MAYORES QUE GOZAN DE BUEN ESTADO MENTAL NO SUFRAN MAYOR COMPROMISO DE SU ESTADO NUTRICIONAL CUANDO INGRESEN A ALGUNA SALA DE EMERGENCIA , ES MUY IMPORTANTE LA EVALUACIÓN DE SUS DIENTES Y CAVIDAD ORAL DE MANERA PERIÓDICA.LOS PROBLEMAS DENTALES, EN ESPECIAL, ASÍ COMO LA DEPRESIÓN Y LAS DIFICULTADES PARA COMPRAR COMIDA, ESTÁN ENTRE LOS MOTIVOS MÁS COMUNES, HALLA UN ESTUDIO.
Más de la mitad de las personas mayores estadounidenses atendidas en los departamentos de emergencias están desnutridas o en riesgo de desnutrición, revela un estudio reciente.
Entre los pacientes de emergencias a partir de los 65 años, el 16 por ciento  de 138 pacientes estaban desnutridos y el 60 por ciento estaban desnutridos o en riesgo de desnutrición. Entre los que estaban desnutridos, más de tres cuartas partes dijeron que no les habían diagnosticado desnutrición antes, hallaron los autores del estudio.
Los adultos mayores con más probabilidades de tener desnutrición eran los que sufrían de depresión (el 52 por ciento), los que vivían en centros de vivienda asistida (el 50 por ciento), los que tenían dificultades para comer o tragar debido a problemas como dificultades con la dentadura postiza o dolor (el 38 por ciento) y los que tenían dificultades para comprar comida (el 33 por ciento).
De los adultos mayores del estudio, el 95 por ciento contaban con un médico de cabecera, el 94 por ciento vivían en una residencia privada, el 96 por ciento contaban con algún tipo de seguro médico y el 35 por ciento tenían una educación universitaria, según el estudio, que aparece en la edición del 14 de agosto de la revista Annals of Emergency Medicine.
"Nos sorprendieron los niveles de desnutrición o de riesgo de la misma entre adultos mayores [mentalmente competentes] que acudían a emergencias, y nos sorprendió incluso más que a la mayoría de pacientes desnutridos no les hubieran dicho nunca antes que estaban desnutridos", comentó en un comunicado de prensa de la revista el autor líder del estudio, el Dr. Timothy Platts-Mills, del departamento de medicina de emergencia de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
"La depresión y los problemas dentales parecen ser factores contribuyentes importantes, al igual que la dificultad para comprar comida. Dado que los adultos mayores visitan emergencias más de 20 millones de veces al año en EE. UU., los médicos de emergencias tienen una oportunidad para evaluar e intervenir en formas que quizá sean muy útiles sin resultar demasiado costosas", añadió.
"Para los pacientes que reportan dificultades para comprar comida, el Programa de Nutrición Suplementaria, Meals on Wheels, los Programas de Comidas Congregadas o las instituciones caritativas locales que reparten comida pueden resultar útiles, aunque quizá también haya que abordar otros factores", anotó Platts-Mills.
"El creciente rol del departamento de emergencias como recurso de salud comunitaria hace que sea un lugar esencial para identificar y abordar las necesidades no satisfechas de los adultos mayores. La implementación de complementos nutricionales orales no es cara, y podría reducir los costos generales al acelerar la recuperación de las enfermedades y reducir la cantidad de readmisiones", concluyó.

FUENTE: Annals of Emergency Medicine, news release, Aug. 13, 2014