domingo, 11 de marzo de 2012

LUCHA CONTRA VIH Y TUBERCULOSIS SALVA 900.000 VIDAS,DICE OMS

Las medidas educativas y preventivas son fundamentales para evitar el contagio del VIH y de la TBC, así como ,iniciar la terapia muy precozmente en los pacientes seropositivos.


Unas 900.000 vidas se salvaron en todo el mundo a lo largo de seis años gracias a una colaboración más estrecha entre servicios sanitarios para proteger de la tuberculosis a personas con el virus del sida, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS dijo que entre 2005 y 2010 hubo un drástico aumento en el número de personas seropositivas que se hacen la prueba de la tuberculosis y viceversa. Eso permitió a los médicos tratar a las personas más deprisa e impedir el contagio de la tuberculosis, señaló el organismo.
Como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida debilita el sistema inmune, la gente que lo padece tiene muchas más posibilidades de verse infectada con tuberculosis. Unos 34 millones de personas tienen el VIH en todo el mundo. La tuberculosis mata a unos 1,7 millones de personas cada año. Las cifras de muertes entre enfermos de VIH son altas, en especial en países más pobres.
Más de 100 países, según la OMS, hacen pruebas al menos a la mitad de sus enfermos de tuberculosis para comprobar si tienen VIH. "El progreso fue especialmente destacable en África, donde el número de países que hacen pruebas de VIH a más de la mitad de sus pacientes de tuberculosis pasó de cinco en 2005 a 31 en 2010," añadió.
A su vez, el número de personas seropositivas a las que se hizo pruebas de tuberculosis se multiplicó casi por 12, de casi 200.000 pacientes en 2005 a más de 2,3 millones en 2010, según la OMS, que publicó los datos de impacto sobre sus guías sobre estas dos enfermedades, publicadas en 2004.
"Este marco es el estándar internacional para la prevención, cuidado y tratamiento de la tuberculosis y el VIH para reducir las muertes, y tenemos sólidas pruebas de que funciona", afirmó Mario Raviglione, director del departamento Stop TB ("Alto a la tuberculosis") de la OMS.
La OMS renovó su petición para que se aplique una estrategia de pruebas rutinarias de VIH a todos los pacientes de tuberculosis, personas con síntomas de la enfermedad y sus personas cercanas.
También recomienda comenzar con rapidez el tratamiento para todos los que dan positivo en el virus del sida, combinando tanto cotrimoxazol, un fármaco contra infecciones de pulmones, y la terapia antirretroviral para el sida.
Estos servicios y tratamientos, señaló la organización, "deben ofrecerse de forma integrada en el mismo momento y lugar".
FUENTE:WHO policy on collaborative  TB/HIV activities. Guidelines for national programmes and other stakeholders. March 2012.

EL USO DE MASCARILLA REDUCE LA TRANSMISIÓN DE LA TBC RESISTENTE

En nuestros centros de salud y hospitales, los pacientes con TBC o sospechosos de la enfermedad,deberían usar una mascarilla cuando acuden a sus controles a los servicios de consulta externa y de hospitalización.



Un estudio de Sudáfrica comprobó que si los pacientes con tuberculosis (TBC) utilizan una máscara quirúrgica durante todo el día, disminuye a la mitad la posibilidad de que transmitan la enfermedad a través del aire.
"Es muy bueno saber que es efectivo", opinó el doctor Rod Escombe, investigador del Colegio Imperial de Londres que no participó del estudio. "Ya lo recomendaba y las guías lo sugieren, pero no contábamos con pruebas" de que el uso de la máscara funcionara anotó. La TBC es una infección bacteriana que, en la mayoría de los casos, se controla con antibióticos. Pero en los 90 surgieron pacientes que no respondían por lo menos a dos de los fármacos primarios que se utilizan para tratar la enfermedad.
El estudio, dirigido por el doctor Ashwin Dharmadhikari, del Hospital de Brigham y las Mujeres, Boston, incluyó a 17 pacientes con TBC multirresistente internados en un centro de Sudáfrica. El equipo les pidió que utilizaran una máscara día por medio; los días que la usaban, se ventilaba el aire de las habitaciones en una cámara con 90 cobayos. Los días que no usaban la máscara, el aire se ventilaba a otra cámara con otros 90 animales. Escombe explicó que los cobayos son muy susceptibles a la TBC y el diseño del estudio permitía medir la capacidad de los pacientes de transmitir la infección.
A los tres meses estaban infectados 36 animales que habían respirado el aire de los pacientes cuando usaban la máscara, comparado con 69 animales expuestos al aire de los días que los pacientes no habían utilizado la máscara. "En los sitios con alta incidencia de la TBC, como Sudáfrica, contar con intervenciones simples para reducir la transmisión de la enfermedad es algo realmente positivo", dijo el autor.
Pero dado que las máscaras no eliminan las infecciones, Dharmadhikari insistió en que "nunca debería confiarse sólo en su uso".
Poner bajo tratamiento a los pacientes lo antes posible permitirá controlar la diseminación de la enfermedad. También ayuda mantener a los pacientes aislados o en instalaciones con adecuada ventilación, según resumió el autor.
La Organización Mundial de la Salud estima que una de cada tres personas en el mundo estuvo infectada con la bacteria de la TBC, pero que sólo el 5-10 por ciento de ellas desarrollará la infección. La cantidad de casos de TBC fue disminuyendo en Estados Unidos; en el 2010 se notificaron 11.000 casos. Poco menos del 1 por ciento de esos casos es resistente a los tratamientos de primera elección. En el mundo, cada año, unas 440.000 personas desarrollan TBC resistente.
FUENTE: American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, online edition;February 9 , 2012.

LOS NIÑOS DE EE. UU.SIGUEN COMIENDO DEMASIADO AZÚCAR,SEGÚN LOS CDC

Aunque el consumo se ha reducido, sobrepasa por mucho los niveles recomendados.Esta información debe hacernos reflexionar sobre los hábitos de alimentación de nuestros niños y explica, en parte, el sobrepeso y obesidad infantil que ya enfrentamos.

El azúcar añadido en las bebidas y comidas da cuenta de casi el 16 por ciento de las calorías consumidas por niños y adolescentes de EE. UU., informan las autoridades federales de salud.Eso es muy superior a la recomendación diaria de no más del 15 por ciento de las calorías provenientes del azúcar y de la grasa, según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. 
"Nos interesaba observar el consumo de azúcar añadido en los niños debido a la significativa prevalencia de obesidad infantil en EE. UU. y al hecho de que las directrices dietarias recomiendan que 5 a 15 por ciento de las calorías provengan de azúcares o grasas añadidas", explicó la investigadora líder Cynthia Ogden, epidemióloga del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los CDC.
Aunque el consumo de azúcares añadidos se redujo entre 1999 y 2008, sigue por encima de los niveles recomendados, dijo. Los chicos consumen unas 362 calorías al día de azúcar añadido, y las chicas unas 282 calorías diarias.El consumo de azúcar también aumentó a medida que los niños crecieron, mostró el informe.
Los chicos en edad preescolar consumían 13.5 por ciento de las calorías en forma de azúcares añadidos, mientras que los chicos de 6 a 11 consumían el 16.6 por ciento de sus calorías como azúcares añadidos, y los de 12 a 19 consumían el 17.5 por ciento de sus calorías como azúcares añadidos.
Mientras tanto, las chicas en edad preescolar consumían 13 por ciento de las calorías en forma de azúcares añadidos, las chicas de 6 a 11 consumían el 15.7 por ciento de sus calorías como azúcares añadidos, y las de 12 a 19 consumían el 16.6 por ciento de sus calorías como azúcares añadidos.En general, alrededor del 41 por ciento del azúcar añadido provenía de bebidas, y el resto de alimentos, anotó Ogden.
Los puntos más importantes del informe incluyen:
  • Los azúcares añadidos conforman una mayor proporción de las dietas de los niños y adolescentes blancos, en comparación con los niños y adolescentes de origen mexicano.
  • Los niveles de ingresos no plantearon una diferencia en la cantidad de azúcares añadidos consumidos por niños y adolescentes.
  • Los azúcares añadidos de los alimentos tuvieron un mayor papel que los azúcares de las bebidas.
  • Se consumían más azúcares añadidos en casa que fuera de casa.
Samantha Heller, dietista y nutricionista con sede en Connecticut, dijo que "estamos convirtiendo las cocinas de nuestros hogares en paraísos de comida basura". Aunque el azúcar en sí no es malo, un exceso de azúcares añadidos aumenta el riesgo de obesidad, diabetes, triglicéridos altos, colesterol alto, enfermedad cardiaca y más, advirtió.
"La persona encargada de la comida en casa debe evaluar las opciones con muchísimo cuidado. Obviamente, la comida basura, las galletas, los postres y los refrescos son ricos en azúcar y en calorías sin valor nutritivo", señaló Heller.Pero los azúcares añadidos se ocultan en lugares inesperados, como los refrigerios de fruta seca, el té helado instantáneo, los chips de plátano, el ponche de frutas, las cajas de mezclas para postres, las palomitas de maíz de caramelo sin grasa, los nuggets de pollo, el kétchup, la salsa de barbacoa, la salsa tártara y los aderezos de ensalada sin grasa, anotó.
Entre las formas de reducir la ingesta de azúcar se hallan comprar menos comidas procesadas listas para consumir, congeladas y empaquetadas; hornear en casa y usar menos azúcar; tener agua, leche sin grasa y agua con gas de sabores; hacer su propio aderezo de ensalada; y tener fruta fresca cortada disponible como postre y refrigerio, aconsejó Heller.También recomendó leer la lista de ingredientes en las comidas y revisar si contienen azúcares ocultos, como: jarabe de arroz integral, dextrosa, fructosa, melaza, sacarosa, edulcorante de maíz, jarabe de cebada malteada, concentrados de jugo de fruta, glucosa, jarabe de jugo de caña y sorgo.
Otro experto, el Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, dijo que "el azúcar añadido puede aumentar los niveles de insulina y la inflamación, y no provee un verdadero valor nutritivo". Añadió que "dados los niveles notoriamente altos de obesidad y diabetes infantiles, estamos en una situación en que el azúcar ayuda a crear males de salud que luego se tienen que tratar con amargos medicamentos".

FUENTE:  National Center for Health Statistics Data Brief, Feb. 29, 2012,U.S. Centers for Disease Control and Prevention

LA INFORMACIÓN NUTRICIONAL DE LA COMIDA RÁPIDA ADOLECE DE MUCHAS BRECHAS


Calcular las calorías puede resultar difícil cuando los artículos del menú son para más de una persona, señalan los investigadores.Estos datos son muy importantes para conocer la cantidad de calorías que ingerimos con los alimentos, y evitar el sobrepeso y otros trastornos metabólicos.

Incluso cuando los restaurantes de comida rápida mencionan los conteos calóricos para los artículos del menú, los comensales podrían tener dificultades para usar la información con la finalidad de elegir opciones alimentarias sanas, informan investigadores.
En el estudio, los científicos examinaron los listados de calorías de 200 artículos de comida en los menús de 12 cadenas de restaurantes en Harlem, un vecindario de Nueva York.Con demasiada frecuencia, los conteos calóricos aparecían en comidas combinadas o comidas para varias personas, o presentaban amplios rangos dentro de los cuales se podían hallar los conteos calóricos.
Por ejemplo, se presentaba que un cubo de pollo podía tener entre 3,240 y 12,360 calorías, pero el menú no proveía suficiente información para que los consumidores determinaran el número de piezas de pollo en una porción.El conteo de una comida combinada con sándwich iba de 500 a 2,080 calorías. Sin embargo, no se proveyó información sobre cómo ordenar en el rango más bajo de este artículo del menú.
Bajo la ley federal, los restaurantes con 20 o más locales deben proveer datos de las calorías e información nutricional adicional para los artículos del menú y las comidas de autoservicio. Aunque la información calórica cumplía con las reglas de etiquetado de EE. UU., para los clientes podría resultar difícil interpretar gran parte de la misma, halló el estudio.
"Las porciones individuales se comprenden bien en el menú, pero se necesitan complejas habilidades matemáticas para interpretar las comidas diseñadas para servir a más de una persona", escribieron la autora del estudio Elizabeth Gross Cohn, profesora asistente de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Columbia, y colegas. "En algunos artículos, las calorías se duplicaban dependiendo del sabor, y el listado calórico no daba suficiente información para elegir opciones más sanas".
Los investigadores sugirieron que los listados calóricos deben hacer más que simplemente cumplir con las reglas, sino también tomar en cuenta el nivel de "habilidad matemática" necesario para usar la información. En un sistema revisado, un sándwich de desayuno, por ejemplo, aparecería como "huevo con jamón/tocino/salchicha: 350/550/750", de forma que los consumidores supieran exactamente cuántas calorías añadirían las varias opciones.
"En las comunidades de bajos ingresos con una alta densidad de restaurantes de cadenas, y donde el logro educativo de los consumidores podría ser bajo, simplificar los listados de calorías y minimizar las matemáticas necesarias para calcular las calorías aumentaría la utilidad de los menús", escribieron los investigadores.
FUENTEJournal of Urban Health,on line news release, Feb.16, 2012