Es un espacio virtual que tiene por finalidad difundir y apoyar las diferentes estrategias que sobre la promoción de la salud y su aplicación práctica se da desde todos los sectores y ámbitos como parte de una política pública saludable; y sin olvidar que ¡¡¡ MAS VALE PREVENIR QUE CURAR ¡¡¡
domingo, 26 de agosto de 2012
LA OBESIDAD ES EL MAYOR FACTOR DE RIESGO DE DIABETES ENTRE LOS POBRES SEGÚN UN ESTUDIO.
LOS CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA SON LA CLAVE PARA REDUCIR LA TASA DE DIABETES TIPO 2 ENTRE LOS MENOS PUDIENTES, ASÍ COMO DEJAR DE FUMAR.ESTE ESTUDIO NOS DEBE HACER REFLEXIONAR SOBRE LO QUE HACEMOS AHORA , PENSANDO EN NUESTRO FUTURO.
La obesidad es el factor de riesgo más importante para la diabetes tipo 2 entre las personas pobres, según un estudio reciente que también señala que los cambios en el estilo de vida son la clave para reducir la diabetes en esa población.
Los pobres tienen tasas más altas de diabetes tipo 2 que las personas más ricas, y se cree que factores relacionados con el estilo de vida son un importante motivo de esa diferencia, según el equipo internacional de investigadores que reportaron sus hallazgos en la edición del 22 de agosto de la revista BMJ.
En el estudio, los investigadores examinaron datos a largo plazo recolectados de unos 7,200 funcionarios públicos británicos para evaluar la relación entre el estatus socioeconómico y varios factores de riesgo importantes para la diabetes tipo 2.
El estatus socioeconómico se evaluó mediante la posición en el trabajo y la educación asociada, el salario, el estatus social y el nivel de responsabilidad laboral de los participantes.
Durante un seguimiento promedio de 14 años, más de 800 personas del estudio fueron diagnosticadas con diabetes. Los que tenían la categoría laboral más baja presentaban un riesgo 1.86 veces más alto de desarrollar diabetes que los que estaban en la categoría laboral más alta.
Las conductas de salud (fumar, el consumo de alcohol, la dieta y la actividad física) y el índice de masa corporal ( IMC, una medida de la grasa corporal que se basa en la estatura y el peso) explicaron el 53 por ciento de esta diferencia socioeconómica. El IMC fue el factor individual más importante, y explicó alrededor del 20 por ciento de la diferencia socioeconómica, apuntaron los autores en un comunicado de prensa de la revista.
"Considerndo la creciente carga de diabetes tipo 2 y el aumento observado en las desigualdades sociales en la prevalencia de la enfermedad, se necesitan urgentemente más esfuerzos por abordar esos factores", concluyeron los investigadores.
FUENTE: BMJ, news release, Aug. 21, 2012
COMIDAS DE RESTAURANTES SON ALGO MÁS SALUDABLES LUEGO DE LEY DE MENÚS EN EEUU.
ES MUY IMPORTANTE QUE SEPAMOS LA CANTIDAD DE CALORÍAS QUE INGERIMOS EN NUESTROS ALIMENTOS, CONSIDERANDO QUE YA TENEMOS UN ALTO ÍNDICE DE OBESIDAD, INCLUSO INFANTIL, ES FUNDAMENTAL QUE TENGAMOS LA OPORTUNIDAD DE ELEGIR VOLUNTARIAMENTE LOS PLATOS MÁS SALUDABLES, Y EVITAR LAS CALORÍAS CONSIDERADAS NO UTILIZABLES, QUE SON LAS VAN A HACER QUE GANEMOS PESO.
Las cadenas de restaurantes de Seattle, en Estados Unidos, implementaron pequeños cambios positivos desde que una ley las obligara en el 2009 a incluir la información nutricional en sus menús.A los 18 meses de la aplicación de la ley en King County, Washington, el contenido calórico había disminuido. Las cadenas de restaurantes trabajaron mejor que las de comida rápida: sus productos contenían 73 calorías menos, frente a apenas 19 calorías menos.
También se observó una reducción del contenido de sodio y grasas saturadas."No podemos decir si la información en los menús fue la única causa de estos cambios porque sólo estudiamos los restaurantes de nuestra zona", aclaró la autora principal, Barbara Bruemmer, de la University of Washington, en Seattle.
La experta consideró que podría tratarse también de una tendencia más saludable en los restaurantes.Pero dijo que los resultados, publicados en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, por lo menos sugieren que "la difusión de esta información beneficia a la población".
En el 2008, Nueva York fue la primera ciudad de Estados Unidos que sancionó una ley para que las cadenas de comida rápida incluyan información nutricional en sus menús.King County y otras áreas siguieron el ejemplo (Nueva York también prohibió el uso de las grasas trans, una decisión que habría reducido la cantidad de esas grasas en los alimentos).
Y, en poco tiempo, muchas cadenas de restaurantes de Estados Unidos deberán informarles a sus clientes la cantidad de calorías, grasas y otros nutrientes de sus productos. La ley que reforma el sistema de salud de Estados Unidos le exige a los restaurantes con 20 o más sucursales en el país que incluyan esa información en sus menús.
LA MAYORÍA DE LAS COMIDAS NO SON SALUDABLES
El equipo de Bruemmer "auditó" los productos de 37 establecimiento de cadenas de restaurantes de King County a los seis meses de la aplicación de la ley y, nuevamente, a los 18 meses. Comparó aquellos platos disponibles en los menús en ambos relevamientos.
Restaurantes como Denny's y Applebee's, eliminaron 73 calorías de esos productos, es decir que pasaron de 1.044 a 970 calorías."Eso no parece demasiado, pero es un paso en la dirección correcta", dijo Bruemmer.
El contenido de grasa saturada se redujo de 18 a 16 gramos por producto. En tanto, la cantidad de sodio bajó de 2.100 mg (lo que un adulto debería consumir por día) a 1.900 mg.
En cambio, en los establecimientos de comida rápida como McDonald's, Burger King y Subway, los cambios fueron menores. El producto típico aportaba 650 calorías, en lugar de 669, y 1.600 mg de sodio, unos 18 mg menos que antes.
Aun así, la mayoría de los productos siguen siendo poco saludables. El 56 por ciento de todos los productos evaluados todavía superaba la cantidad de calorías recomendadas. Tres cuartos de los productos contenían demasiada grasa saturada y el 89 por ciento no cumplía con las recomendaciones sobre contenido de sodio.
Una pregunta importante es si esta información nutricional modifica los hábitos de consumo. Hasta ahora, los resultados son contradictorios. Pero un estudio realizado en el 2011 en la ciudad de Nueva York mostró que los que optaban por almorzar en McDonald's, Au Bon Pain y KFC compraban menos calorías después de la aplicación de la ley que un año antes.
La autora comentó que se publicarán más estudios sobre las preferencias de los consumidores y recordó que dado que este tipo de leyes es algo bastante nuevo, es difícil decir cuál fue su impacto real.
FUENTE: Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, online 18 de junio del 2012
domingo, 19 de agosto de 2012
EL CONSUMO DE ALCOHOL EN EL EMBARAZO ES APARENTE EN EL CRECIMIENTO DEL NIÑO,SEGÚN UN ESTUDIO
Una investigación halla una estatura, un peso y un tamaño de la cabeza más bajos en los niños cuyas madres bebían empedernidamente durante el embarazo. Por ello, es fundamental que las embarazadas eviten el alcohol, al igual que el humo de tabaco, que son dañinos tanto para la madre como para el feto.
Los niños que tuvieron una exposición prenatal significativa al alcohol podrían tener un retraso en el aumento de peso en la infancia, y una restricción en el crecimiento relacionada con el alcohol desde la primera infancia hasta los 9 años de edad, informan investigadores.
El peso, la estatura y la circunferencia de la cabeza son indicadores del crecimiento cerebral, apuntaron los autores del estudio. Las reducciones persistentes en esas medidas entre los niños expuestos al alcohol en el útero sugieren que los efectos podrían ser permanentes, y podrían afectar su desarrollo mental, según el estudio, que aparece en línea el 15 de agosto y en la edición impresa de noviembre de la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research.
"Estos efectos podrían ser nocivos para los niños, ya que se ha mostrado que los déficits en el crecimiento se relacionan con otros problemas de salud, como un CI más bajo", señaló en un comunicado de prensa del Hospital Pediátrico de Boston el autor para correspondencia del estudio, el Dr. R. Colin Carter, profesor de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. "Además, los efectos del alcohol sobre el crecimiento fueron mucho más graves si el niño tenía anemia por deficiencia de hierro en la infancia, una afección que es común en EE. UU. y en todo el mundo".
En el estudio participaron mujeres recién embarazadas de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Los investigadores dividieron a las mujeres en dos grupos, según sus hábitos de consumo de alcohol. En el primer grupo, hubo 85 mujeres que bebían dos o más copas al día, o cuatro o más copas de seguido. El segundo grupo incluyó a 63 mujeres que no bebían en lo absoluto o que consumían menos de una bebida al día.
Durante el embarazo, las mujeres describieron sus hábitos de tabaquismo, alcohol y uso de drogas a los investigadores, y proveyeron información demográfica. Se midió la estatura, peso y circunferencia de la cabeza de los bebés cuando tenían 6.5 y 12 meses de edad. También se tomaron esas medidas cuando los niños tenían 5 y 9 años.
Los niños cuyas madres bebieron empedernidamente durante el embarazo tenían un peso, estatura y circunferencia de la cabeza más bajos, en comparación con los niños que no fueron expuestos a tanto alcohol, reveló el estudio.
"Esta restricción del crecimiento relacionada con el alcohol se observó en la primera infancia, y persistió hasta los 9 años de edad. Lo importante es que esos efectos se exacerbaban con la deficiencia de hierro en la infancia", señaló Carter. "En cambio, la deficiencia de hierro a los 5 años y la seguridad alimentaria no tuvieron un impacto sobre los efectos del alcohol en el crecimiento".
Los niños con una exposición prenatal significativa al alcohol presentaban un retraso en el aumento de peso a los 12 meses, halló el estudio. Además, los niños con síndrome alcohólico fetal y síndrome alcohólico fetal parcial tenían una composición corporal más delgada que los niños sin esas afecciones. Los autores del estudio dijeron que las restricciones en el crecimiento se deben usar como marcador de la exposición prenatal al alcohol.
"Observamos un retraso postnatal en el aumento de peso a los 12 meses, lo que podría tener relevancia para las intervenciones nutricionales postnatales", planteó Carter. "La composición corporal más delgada observada en los niños con [síndrome alcohólico fetal o síndrome alcohólico fetal parcial] podrían ser atribuibles a una menor ingesta nutricional, por ejemplo de energía o proteína total, a mayores necesidades metabólicas, por ejemplo por un aumento en el catabolismo o la actividad física, o a un déficit en la utilización de los nutrientes en los niños expuestos al alcohol".
FUENTE: Alcoholism: Clinical & Experimental Research; news release, Aug. 15, 2012
EL CACAO RICO EN FLAVONOIDES REDUCE LIGERAMENTE LA PRESIÓN ARTERIAL
NO OLVIDAR QUE PARA EL CONTROL DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL ES MUY IMPORTANTE REDUCIR EL CONSUMO DE SAL, LA ACTIVIDAD FÍSICA,Y LA MEDICACIÓN INDICADA POR EL MÉDICO.
Consumir una dosis diaria de cacao o chocolate amargo, que son ricos en sustancias vegetales llamadas flavonoides, reduciría la presión levemente y por corto plazo.
Con datos de 20 estudios publicados en la última década, un equipo descubrió que la presión descendía entre dos y tres puntos en las personas que consumían productos con cacao ricos en flavonoides todos los días durante varias semanas.Esa reducción es mucho más baja que la que se esperaría con el uso de antihipertensivos, pero los autores afirman que es similar a la que se obtiene con cambios alimentarios y ejercicio.
Esto no significa que habría que cambiar ejercicio por chocolate, según advirtió la doctora Elizabeth Jackson, cardióloga y profesora asistente de medicina de los Sistemas de Salud de University of Michigan, Ann Arbor. "Si tuviera que elegir entre el cacao y el ejercicio, me quedaría con el ejercicio", dijo Jackson, que no participó del estudio.
PEQUEÑAS REDUCCIONES
Para el estudio publicado en The Cochrane Library, un equipo de Australia revisó varias bases de datos de Internet para identificar ensayos clínicos aleatorios en los que se hubieran comparado a los consumidores de productos de cacao ricos en flavonoides con los de alimentos con contenido reducido o nulo de esas sustancias vegetales.
Los flavonoides, que también se encuentran en el té verde, los frutos rojos o el vino tinto, están asociados con la producción del óxido nítrico en el organismo. Como explicaron los autores, el óxido nítrico relaja los vasos sanguíneos, lo que reduce la presión arterial.
La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda que la presión sistólica (el valor máximo) no supere 120 mm Hg y que la presión diastólica (el valor mínimo) esté por debajo de 80 mm Hg.
Los 20 estudios revisados habían seguido a grupos sanos durante un período de entre dos y 18 semanas: 429 de los 856 participantes totales ingerían entre 30 y 100 g diarios de chocolate amargo o cacao que contenía entre 30 y 1080 mg de flavonoides. Los 427 participantes restantes actuaron como grupos control (ingerían polvo de cacao o productos con un contenido bajo o nulo de flavonoides).
Al final de los estudios, los consumidores de chocolate amargo o cacao ricos en flavonoides tuvieron una reducción de 2,8 mm Hg de presión sistólica y de 2,2 mm Hg de presión diastólica.
Aunque los resultados cuentan con algunas limitaciones, la autora principal del estudio, doctora Karin Ried, del Instituto Nacional de Medicina Integrativa de Melbourne, Australia, consideró positivo incluir un poco de chocolate en la alimentación diaria de un estilo de vida saludable. "Un plan para optimizar la salud podría incluir dosis moderadas, regulares, de productos de cacao ricos en flavonoides, como el chocolate amargo", sostuvo Ried por e-mail."Necesitamos observar estudios a largo plazo, incluyendo los efectos sobre el riesgo de ACV y enfermedad cardiovascular, antes que arribemos a conclusiones definitivas, así como, los efectos secundarios del consumo a largo plazo"menciomó Ried.
FUENTE: The Cochrane Library, online 14 de agosto del 2012.
domingo, 12 de agosto de 2012
CONTROL GLICÉMICO INTENSIVO Y NEFROPATÍA TERMINAL DE LA DIABETES TIPO 2
SE EXAMINÓ SI LA FORMA DE TRATAMIENTO SE ASOCIÓ CON BENEFICIOS EN LOS RESULTADOS RENALES CLÍNICAMENTE IMPORTANTES ENTRE LOS PACIENTES CON DM2. ES IMPORTANTE ENFATIZAR EL CAMBIO EN EL ESTILO DE VIDA, LA ACTIVIDAD FÍSICA DIARIA, Y LA MEDICACIÓN PERSONALIZADA . |
Los estudios epidemiológicos han demostrado una asociación entre el mal control glucémico y las complicaciones microvasculares en los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DMT2). Los estudios aleatorizados y controlados han demostrado que el control glucémico intensivo (CGI) reduce la albuminuria. Sin embargo, es menos claro si este control evita las consecuencias renales clínicas finales (por ej. la disminución progresiva del índice de filtrado glomerular), además de la albuminuria en los pacientes con DMT2.
A pesar de la falta de evidencia importante, los paneles de expertos y las guías continúan recomendando una HbA1c <7% para prevenir la enfermedad renal y otras complicaciones microvasculares. La National Kidney Foundation Kidney Disease Outcomes Quality Initiative Clinical Practice Guidelines de 2007 y las normas de Clinical Practice Recommendations for Diabetes and Chronic Kidney Disease (CKD) apoyan el CGI.
Estas recomendaciones han sido confirmadas en 2011 por la American Diabetes Association. Como establece la guía de esta asociación, la recomendación de CGI para prevenir la enfermedad renal se basa en estudios que han comprobado una mejoría en la albuminuria, un punto final sustituto.
Por otra parte, en vista de que el CGI aumentó un 22% el riesgo de muerte en el estudio Action to Control Cardiovascular Risk in Diabetes (ACCORD) y los datos combinados de todos los estudios no mostraron una reducción de la mortalidad cardiovasculares o general, cada vez es más problemático para los médicos continuar con el CGI para el tratamiento de la afección renal relacionada con la TMD2.
Las razones para la falta de beneficios clínicos no son claras. Un estudio reciente demostró que, a pesar del aumento sustancial del uso de hipoglucemiantes (e inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona) desde 1988 hasta 2008, la prevalencia de la enfermedad renal crónica en los diabéticos aumentó.
La reciente publicación de varios estudios multicéntricos, aleatorizados y controlados grandes sobre el CGI en la DMT2, permitiría la evaluación de los efectos del CGI sobre el resultado renal final de la DMT2.
Métodos
Se analizaron 3 bases de datos desde el 1 de enero de 1950 hasta el 31 de diciembre de 2010, sin restricciones de lenguaje, para identificar estudios aleatorizados que compararon puntos finales renales alternativos (microalbuminuria y macroalbuminuria) y puntos finales renales clínicos (duplicación de la creatininemia, nefropatía terminal [NT] y muerte por enfermedad renal) en pacientes con DMT2 sometidos al control glucémico convencional versus pacientes bajo CGI.
Resultados
Se evaluaron 7 estudios con 28.065 adultos monitoreados durante 2 a 15 años. Comparado con el control convencional, el CGI redujo el riesgo de microalbuminuria (relación de riesgo 0,86) y de macroalbuminuria (0,74), pero no la duplicación del nivel de creatinina sérica (1,06; NT (0,69) o la muerte por enfermedad renal (0,99).
La meta regresión reveló que las grandes diferencias en la hemoglobina glucosilada (HbA1c) entre el tratamiento intensivo y el convencional se asoció con mayores beneficios, tanto para la micro como para la macroalbuminuria. La incidencia cumulativa combinada de duplicación de la creatininemia, NT y muerte por enfermedad renal fue baja (<4%, <1.5% y <0.5%, respectivamente) comparado con los puntos finales renales sustitutos (microalbuminuria [23%] y macroalbuminuria [5%]).
El CGI reduce el riesgo de micro y macroalbuminuria pero no hay evidencia de que reduzca el riesgo de resultados renales clínicos importantes, como la duplicación de la creatininemia, la NT y la muerte por enfermedad renal durante los años de seguimiento de los estudios.
Comentarios
A través de esta revisión sistemática y metaanálisis de 7 estudios aleatorizados y controlados del CGI en la DMT2, se halló una reducción estadísticamente significativa de la micro y la macroalbuminuria por la implementación del CGI. Sin embargo, los datos no fueron concluyentes en cuanto a su efecto sobre los resultados finales clínicos, definidos como la duplicación de la creatininemia, la NT y la muerte por enfermedad renal.
El análisis realizado por los autores demuestra que, luego de un seguimiento de 163. 828 pacientes-años incluidos en los 7 estudios examinados, el CGI disminuyó la albuminuria, pero falta evidencia de un beneficio sobre los puntos finales renales clínicamente importantes. Hubo una tendencia insignificante hacia la reducción del punto final NT, una observación sorprendente, dada la estrecha precisión y la inmovilidad de la duplicación de la creatininemia que precede a la NT.
Sin embargo, la tasa absoluta de resultados finales clínicos en los estudios publicados fue relativamente baja: la incidencia cumulativa combinada de la duplicación de la creatininemia en los grupos con tratamiento estándar de todos los estudios que midieron este resultado fue solo 4,1%, y para la NT solo fue de 1,6%.
La baja incidencia de estos puntos finales puede hacer que el número necesario sea demasiado grande para justificar el tratamiento intensivo con insulina (aún asumiendo un efecto terapéutico) dados los riesgos de hipoglucemia grave y el poco beneficio en los resultados cardiovasculares, y el potencial aumento del riesgo de muerte.
Los autores proponen varias razones para la falta de evidencia de un efecto beneficioso del CGI sobre los puntos finales clínicamente importantes, como la duplicación de la creatininemia o la NT:
1) el CGI puede haber comenzado demasiado tarde en el curso de la enfermedad.
2) la duración del tratamiento glucémico puede haber sido insuficiente.
3) los niveles de HbA1c no descendieron a la normalidad.
4) pudo haberse producido un “efecto techo” por el que una vez que la HbA1c se hubo reducido a un grado moderado (por ej., <7%), una reducción mayor no aporta más beneficio al paciente, en especial en el contexto de otras intervenciones, como el uso de estatinas y medicamentos antihipertensivos.
5) riesgo competitivo de muerte y, 6) poder estadístico inadecuado para detectar una diferencia significativa.
Los autores se plantean algunos interrogantes:
¿Es posible que las intervenciones sobre la glucemia comenzaran demasiado tarde en el proceso de la enfermedad como para prevenir el desarrollo de resultados renales clínicos?
Cuantos más años pasan desde el diagnóstico de DMT2 hasta el momento del enrolamiento, menos reducción de la duplicación de la creatininemia se produce. De hecho, el único estudio aleatorizado controlado que no tuvo un riesgo relativo ≥1 para la duplicación de la creatininemia incorporó solamente pacientes con diagnóstico de DMT2 reciente (UKPDS 33).
Los pacientes de otros estudios tenían una duración media de la diabetes en el momento del enrolamiento de 8 a 12 años. Por lo tanto, dicen, es posible que, a pesar de un índice de filtrado glomerular normal en el momento de la incorporación al estudio, ya hubiese un daño renal subclínico importante, ocurrido durante los 8 o más años de control glucémico “no intensivo”, por lo que ya sería demasiado tarde para cambiar la progresión usual hacia la enfermedad renal mediante la implementación del CGI.
¿Es posible que la duración del CGI (o la duración del seguimiento) fuera demasiado corta como para observar una mejoría de la enfermedad renal crónica progresiva?
Debido a que la duración del tratamiento no fue excesivamente larga en ninguno de los estudios aleatorizados y controlados que enrolaron pacientes con DMT2 prevalente (generalmente unos 5 años) es imposible contestar este interrogante con algún grado de certeza. Se cree que es necesaria una duración mayor del tratamiento intensivo para demostrar un efecto sobre la enfermedad renal crónica y la NT.
La mayor duración del tratamiento se asoció con una reducción en la duplicación de la creatininemia; sin embargo, como en el estudio UKDPS 33, los pacientes enrolados tenían un diagnóstico reciente de DMT2. Asimismo, en los estudios UKPDS 33 o 34 no se comprobó una reducción de la enfermedad renal crónica, a pesar de la mayor duración del tratamiento. Independientemente, dado que un porcentaje pequeño y casi igual de participantes de ambos tratamientos glucémicos de todos los estudios examinados desarrollaron enfermedad renal crónica o NT, puede deducirse que cualquier beneficio diferencial potencial derivado del CGI debe ser pequeño.
Por el contrario, los datos de los pacientes con diabetes tipo 1 del Diabetes Control and Complications Trial y los datos del estudio de seguimiento Epidemiology of Diabetes Interventions and Complications demuestran que el CGI durante 6,5 años redujo la incidencia de deterioro del índice de filtrado glomerular en un 50%, en un período medio de seguimiento de 22 años.
Un análisis a los 14 años del comienzo del Diabetes Control and Complications Trial no pudo demostrar una diferencia importante en el número de pacientes con duplicación de la creatininemia. Por lo tanto, es posible que tengan que pasar ≥20 años para observar el efecto del CGI en los resultados renales clínicos.
¿Es suficiente el nivel de HbA1c alcanzado en los estudios?
Cuatro estudios aleatorizados y controlados alcanzaron una diferencia en la HbA1c de más del 1% con el CGI. Aunque hubo una estrecha asociación entre la diferencia en la HbA1c en el grupo de CGI versus la HbA1c en el grupo con tratamiento estándar y el riesgo de micro y macroalbuminuria, no se comprobó una asociación del punto final duplicación de la creatininemia o enfermedad renal crónica.
Por otra parte, aunque la HbA1c media alcanzada en el grupo con CGI no se asoció significativamente con ninguno de los puntos finales renales, no hubo un beneficio cualitativo mayor en la micro y macroalbuminuria, y sí una tendencia ha empeorar el punto final duplicación de la creatininemia en los estudios en los que se alcanzaron valores de HbA1c más bajos. Esto indica, dicen los autores, que es necesario evitar la hiperglucemia excesiva, pero el CGI ofrece pocas ventajas y puede ser deletéreo cuando el riesgo de episodios hipolucémicos graves es muy grande. Por otra parte, dada la naturaleza multifactorial y la complejidad de los mecanismos subyacentes en la patogénesis de la DMT2, es importante investigar si el control de otros mecanismos patogénicos—en adición al CGI, la hipertensión y la dislipidemia—podría ayudar a prevenir la enfermedad renal crónica progresiva en los pacientes con DMT2.
¿La falta de un beneficio aparente convincente para un determinado resultado renal puede ser el resultado del riesgo competitivo de muerte?
Para que esto sea operativo, se podría suponer que los pacientes con riesgo de desarrollar un punto final renal son los mismos que aquellos que mueren prematuramente, y por lo tanto, cuando se examinan los resultados en el estudio, la mayor tasa de muerte en uno de los grupos versus el otro no permite que más participantes en ese grupo tengan tiempo suficiente para manifestar el punto final renal de interés. Sin embargo, el riesgo combinado de muerte no fue significativamente diferente entre los dos grupos (riesgo relativo 0,98). Si la mortalidad fue mayor en el grupo bajo tratamiento estándar, puede haber habido una oportunidad para que el riesgo de muerte enmascare el beneficio renal.
Por último, los autores consideran que, a pesar de los casi 30.000 pacientes incluidos en el metaanálisis, pudo haber faltado el poder estadaístico adecuado para detectar una diferencia importante en los puntos finales renales clínicos entre los dos grupos. La incidencia de la duplicación de la creatininemia fue de 503 eventos en 12. 383 participantes (4,1%) en el grupo de tratamiento estándar.
Dado el número de pacientes y un valor α de 2 caras de 0,5, los autores sostienen que podrían haber detectado al menos el 16% de diferencia entre los riesgos relativos de los resultados de los dos grupos, con un 80% de poder estadístico, si hubiera habido una diferencia significativa.
La incidencia de enfermedad renal crónica fue 204 en 13.117 pacientes (1,6%) en el grupo de tratamiento estándar y 147 en 14.643 participantes (1,0%) en el grupo de CGI, brindando un 98% de poder, a un valor α de doble cara de .05 para detectar si este 31% de reducción del riesgo relativo fue estadísticamente significativo.
A pesar de todo, dicen, con una tasa basal de enfermedad renal crónica y la falta global de beneficio en la mortalidad cardiovascular o general, no parece prudente exponer a los pacientes a este tratamiento para alcanzar un riesgo absoluto de reducción de la enfermedad renal crónica <1%, en el mejor de los casos.
Conclusiones
Los autores concluyen que los resultados de su revisión sistemática y metaanáliis indican que el CGI reduce la albuminuria, pero que falta evidencia de si este tratamiento evita los resultados renales clínicamente significativos, como la enfermedad renal crónica, la NT y la muerte relacionada con la enfermedad renal en los pacientes con DMT2, medidos durante 3,5 a 10,7 años en los trabajos publicados.
domingo, 5 de agosto de 2012
LA MAYORÍA DE ESTADOUNIDENSES QUE SUFREN DE ENFERMEDAD CELIACA NO LO SABEN ,SEGÚN UN ESTUDIO
MUCHOS QUE NO SUFREN DE LA ENFERMEDAD SIGUEN DIETAS LIBRES DE GLUTEN, SIN NECESIDAD. USUALMENTE EL DIAGNÓSTICO SE HACE CUANDO SE INGIERE GLUTEN DE TRIGO, CEBADA, CENTENO POR LA INGESTIÓN DE PAN, FIDEOS Y DERIVADOS. PUEDE PRODUCIR RETARDO EN EL CRECIMIENTO Y/O DESARROLLO PSICOMOTOR INFANTIL, HIPOTONÍA, FALTA DE APETITO, PALIDEZ, IRRITABILIDAD, DISTENSIÓN ABDOMINAL, CAMBIO EN LAS DEPOSICIONES QUE SE HACEN MÁS FRECUENTES Y CON PRESENCIA DE GRASAS. LA PREVENCIÓN SE REALIZA DETERMINANDO LOS ANTECEDENTES DE LOS NIÑOS Y LAS MADRES DURANTE LOS PRIMEROS TRES AÑOS DE VIDA .
Una investigación reciente sugiere que 1.4 millones de estadounidenses sufren de enfermedad celiaca o celiaquía pero no se dan cuenta, mientras que 1.6 millones de personas siguen dietas libres de gluten, un tratamiento para la enfermedad celiaca, aunque quizás no la necesiten.
Los hallazgos, que calculan que 1.8 millones de estadounidenses sufren de enfermedad celiaca (una afección autoinmune) sugieren que un increíble 78 por ciento de quienes la sufren no se dan cuenta de que tienen la afección.
"Esto provee pruebas de que la enfermedad es común en EE. UU.", señaló en un comunicado de prensa de la Clínica Mayo el coautor del estudio, el Dr. Joseph Murray, gastroenterólogo de la clínica. "Si se detecta una persona por cada cuatro o cinco [que la padecen], en realidad no se está haciendo un buen trabajo en la detección de la enfermedad celiaca.
Las personas con enfermedad celiaca tienen problemas para digerir el trigo, el centeno y la cebada. Una dieta libre de gluten puede ayudar, pero alrededor del 80 por ciento de las personas que llevan una dieta como esa no han sido diagnosticadas con enfermedad celiaca.
"Muchas personas llevan una dieta libre de gluten, y no está claro si lo hacen por una necesidad médica", apuntó Murray. "Si alguien cree que tiene enfermedad celiaca, es importante que se haga la prueba antes de comenzar la dieta".
Los investigadores llegaron a sus conclusiones al examinar resultados de pruebas de sangre y los hallazgos de una encuesta nacional.
La enfermedad celiaca parece ser especialmente común entre los blancos.
"Casi todos los individuos que hallamos eran caucásicos no hispanos", apuntó en el comunicado de prensa el coautor del estudio, el Dr. Alberto Rubio-Tapia, gastroenterólogo de la Clínica Mayo. Pero señaló que los resultados son un misterio, porque investigaciones en México han sugerido que la enfermedad celiaca es común en ese país.
La investigación fue parcialmente financiada por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Este daño afecta la capacidad para absorber los nutrientes en forma apropiada. Una persona resulta desnutrida sin importar cuánto alimento consuma.
Esta enfermedad se puede desarrollar en cualquier momento de la vida desde la lactancia hasta la adultez avanzada.
Las personas con familiares que padezcan celiaquía están en mayor riesgo de padecer la enfermedad. Este trastorno es más común en las personas de raza blanca y de origen europeo. Asimismo, las mujeres resultan afectadas con mayor frecuencia que los hombres.
Las personas con celiaquía son más propensas a tener:
- Trastornos autoinmunitarios como artritis reumatoidea,lupus eritematoso sistémico y síndrome de Sjogren
- Enfermedad de Addison
- Síndrome de Down
- Cáncer intestinal
- Linfoma intestinal
- Intolerancia a la lactosa
- Enfermedad tiroidea
- Diabetes tipo I
Síntomas
Los síntomas de la celiaquía pueden ser diferentes de una persona a otra. Esto es parte de la razón por la cual el diagnóstico no siempre se hace de inmediato. Por ejemplo, una persona puede presentar estreñimiento, una segunda puede tener diarrea y una tercera puede no presentar ningún problema con las deposiciones.
Los síntomas gastrointestinales abarcan:
- Dolor abdominal, distensión, gases o indigestión
- Estreñimiento
- Disminución del apetito (también puede aumentar o permanecer inalterable)
- Diarrea, sea constante o intermitente
- Intolerancia a la lactosa (común cuando a la persona se le hace el diagnóstico y generalmente desaparece con tratamiento)
- Náuseas y vómitos
- Heces flotantes, con sangre, fétidas o "grasosas"
- Pérdida de peso inexplicable (aunque las personas pueden tener sobrepeso o peso normal)
Debido a que los intestinos no absorben muchas vitaminas, minerales y otras partes importantes de los alimentos, los siguientes síntomas pueden ir apareciendo con el tiempo:
- Propensión a la formación de hematomas
- Depresión o ansiedad
- Fatiga
- Retraso en el crecimiento de los niños
- Pérdida del cabello
- Picazón en la piel (dermatitis herpetiforme)
- Ausencia de períodos menstruales
- Úlceras bucales
- Calambres musculares y dolor articular
- Sangrado nasal
- Convulsiones
- Entumecimiento u hormigueo en manos o pies
- Corta estatura sin explicación
Los niños con celiaquía puede tener:
- Defectos en el esmalte dental y cambio de color en los dientes
- Retraso en la pubertad
- Diarrea, estreñimiento, heces fétidas o grasas, náuseas o vómitos
- Comportamiento irritable o melindroso
- Aumento deficiente de peso
- Crecimiento lento y estatura por debajo de lo normal para su edad
Signos y exámenes
- Albúmina(puede estar baja)
- Fosfatasa alcalina (un nivel alto puede ser signo de pérdida ósea)
- Anomalías en los factores de coagulación
- Colesterol (puede estar alto)
- Conteo sanguíneo completo ( examen para anemia)
- Enzimas hepáticas (transaminasas)
- Tiempo de protrombina
Los exámenes de sangre pueden detectar algunos anticuerpos especiales, llamados anticuerpos contra la transglutaminasa tisular (tTGA, por sus siglas en inglés) o anticuepos antiendomisio (EMA, por sus siglas en inglés). El médico ordenará estos exámenes de anticuerpos si hay sospecha de celiaquía.
Si los exámenes son positivos, normalmente se lleva a cabo una emdoscopía de vías digestivas altas para obtener una muestra de un pedazo de tejido (biopsia) de la primera parte del intestino delgado (duodeno). La biopsia puede mostrar un aplanamiento de las vellosidades en las partes del intestino que están por debajo del duodeno.
También hay disponibilidad de pruebas genéticas de la sangre para ayudar a determinar quién puede estar en riesgo de padecer celiaquía.
Se puede ordenar una biopsia de control o análisis de sangre varios meses después del diagnóstico y el tratamiento. Estos exámenes evalúan su respuesta al tratamiento. Los resultados normales significan que usted ha reaccionado favorablemente al tratamiento, lo cual confirma el diagnóstico. Sin embargo, esto no significa que la enfermedad haya sido curada.
FUENTE: American Journal of Gastroenterology, July 31st.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)